Afinidades

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Aprendo a proyectar mirando: tratando de reconocer en la arquitectura que me interesa aquello que me puede ayudar en el proyecto. Puede que alguno se sorprenda por esta confesión inicial, pero quiero recordar que tal modo de proceder ha sido habitual en la arquitectura de todos los tiempos; solo hace medio siglo que se decidió clausurar la visión para abrazar el “concepto”: entelequia pedante que ha propiciado el declive progresivo de la práctica de la arquitectura a lo largo de las seis últimas décadas.

Una mirada que no puede reducirse a una contemplación hedonista, en la que el espíritu se rinde a la excelencia de la obra, en espera de la “emoción”, sino que quiere ser una acción penetrante, crítica, que registra la estructura intima del objeto que exploro, es decir, su componente formal y su relación con la apariencia más sensitiva.

El resultado fotográfico de mirar así no difiere, a primera vista, de la fotografía de arquitectura convencional, pero la diversidad de intereses entre una y otra práctica puede explicar algunas divergencias. Liberada de la obligación profesional de describir, la mirada crítica puede detenerse en todo aquello que parece relevante del proyecto: se empeña en reconocer, tanto las relaciones internas del edificio, como su relación con el entorno próximo.

En realidad, aprendo a proyectar proyectando, porque cada vista registrada en píxeles es –además de una imagen- un proyecto en sí mismo, es decir, un constructo visual dotado de sentido y consistencia. Así, mirar y proyectar se convierten en una misma cosa.

Probablemente, mi tendencia a mirar con atención tiene que ver con el instinto didáctico que ha recorrido mi itinerario profesional, pero, estoy convencido de que es mi tendencia a proyectar lo que anima mi modo de ver: el propósito de reconocer en lo que miro lo que me va a dar recursos para ordenar, en adelante.

No sorprenderán mis afinidades arquitectónicas a quien conozca, siquiera, someramente, mi itinerario: en efecto, la arquitectura moderna -en el sentido genuino del término-, la identificación de sus características esenciales y su absoluta vigencia, han sido objeto central de mi interés y dedicación a lo largo de mi vida intelectual.

Un viaje reciente a New York y Chicago –fuente de copiosos registros fotográficos- me hizo replantearme la cuestión de mostrar mis referencias, de compartir mis afinidades. ¿Extender la sección “miradas” o iniciar otro capítulo? Opte por lo segundo: así, con la cabecera de Afinidades, trataré de compartir si quiera una pequeñísima –pero significativa- parte de mi archivo fotográfico, lo que dará idea de que miro, pero también de cómo lo hago.

Para delimitar un campo ya de por si inevitablemente amplio, lo reduciré a algunos de los episodios –edificios y proyectos urbanos- que he visitado durante las últimas décadas: edificios y eventos urbanos de los que he tomado imágenes casi siempre con el teléfono o con cámaras de bolsillo.

La extensión de las reseñas no siempre se debe a mi interés por lo reseñado: el tiempo que he tenido en cada ocasión y las condiciones de la toma –condiciones de luz y tiempo disponible-, influyen necesariamente en la calidad y extensión de las imágenes. Nadie debe extrañar “ausencias imperdonables”: la proximidad o el reconocimiento a fotógrafos que las registraron antes, son las causas de que no aparezcan.

No debe sorprender tampoco que incluya imágenes tomadas del Google Earth (3D), así como del Street View, de esa misma aplicación. A pesar de la calidad desigual de la representación tridimensional de la tierra –una calidad que mejora por momentos, justo es reconocerlo-, la aplicación de Google es un regalo impagable para quienes nos empeñamos en aprender mirando.

Afinidades será una sección en progreso: la cantidad de material, por una parte, y la incorporación de nuevas miradas, por otra, me obligarán a una actualización constante.

He optado por un orden alfabético de autores, aunque no siempre: Brasilia –por ejemplo-, como fenómeno unitario, aparece en la B, al margen del apellido de los arquitectos que aparecen en ese epígrafe. No sé si es el mejor modo de ordenar un material tan vasto y diverso, pero, cuando menos, se me antoja el más operativo dada la extensión y la condición dinámica de la sección.

(Junio 2019)

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