Centro Universitario de tercer ciclo

Barcelona

Se trataba de ordenar una manzana de la Ciudad Universitaria de Barcelona para destinarla a dependencias para el desarrollo del Tercer Ciclo, es decir, master y doctorado. Así, el programa contaba con una sección de aulario, un edificio para la atención personalizada y tutorías, una biblioteca y una sala de actos. Además, se preveía unos edificios de apartamentos para estudiantes y residencia para profesores invitados.

La manzana tiene una superficie de 140x185 metros y está rodeada por edificios modernos, concebidos en edificación abierta, donde la unidad se alcanza por articulación de volúmenes elementales.

La operación fundamental fue encontrar la estructura métrica del solar y tratar de acordarla con las medidas básicas de los arquetipos usados en el proyecto: cajas, barras y torres.

El desnivel de casi tres plantas entre la parte norte y la sur del solar fue decisivo para la propuesta. El flujo entre la parte superior derecha y la inferior izquierda, que da acceso a las Facultades de Letras, fue recogido asimismo por la propuesta.

La coincidencia de la parte central del solar con el nivel de las calles adyacentes fue -como no podía ser de otro modo- decisivo para el proyecto.

En la parte superior del solar se emplazan la sala de actos y la biblioteca -con sus dependencias adyacentes- en un edificio tapiz de una planta. Sobre el, en el otro extremo de la sala de actos, la torre de tutorías.

La zona central se dedica a plaza de uso público: las zonas verdes propician el uso cotidiano, no masivo ni celebrativo, del espacio, a la vez que preservan la intimidad de la residencia.

La parte inferior contiene tres barras dedicadas a residencia sobre un edificio tapiz -análogo al de la biblioteca y actos- destinado a aularios y espacios docentes.

Los bosquecillos situados en la parte superior derecha e inferior izquierda acompañan sendas rampas que canalizan el flujo peatonal propio de la zona.

Trato de describir el programa, porque intentar justificar racionalmente el proyecto sería un fraude. El espectador descubrirá sin duda los criterios formales que están en el fondo de la propuesta.

La precariedad de mis recursos con el Sketch Up en ese momento se acusa en el esquematismo de las imágenes, lo que -a mi juicio- no resta un ápice de interés ala arquitectura del proyecto.