Dos pabellones

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2018

A partir de cierto grado de esbeltez, los pilares pierden credibilidad: se diría que aguantan, pero no soportan. Aumentar la sección para compensar la pereza en el proyecto, me parece una desconsideración, casi una grosería. No obstante, menudean los edificios rodeados de pilares tan esbeltos que parecen bajantes o simples barras verticales con propósito decorativo.

La triangulación del soporte es una forma clásica de dar estabilidad a la estructura, sin abusar del material: garantiza una estabilidad estructural económica, pero, lo que es más importante, da al edificio estabilidad visual.

Los proyectos de pabellones que se recogen aquí, han sido planteados desde la consideración anterior. En ambos casos, se trata de liberar un espacio libre: en uno, un área exterior de gran luz bajo una planta habitable, en otro, para soportar el techo de un pabellón cerrado.

En realidad, se trata de un modo de soportar una cubierta a cierta distancia del suelo para proteger un espacio de luz considerable, sin forzar la esbeltez –y, por tanto, la sección- de pilares convencionales.

 

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