Museo
VolverDe vez en cuando, doy un vistazo a los arquetipos que Durand (Precis des leçons d’architecture, 1802-05) propuso para programas de edificios públicos. Me tienta siempre comprobar si los dos siglos largos que nos separan han erosionado su vigencia como estructura organizada.
Cuando las normas de iluminación de obras de pintura restringen cada vez más –con razón – la iluminación natural directa, parece adecuado confiarla a patios con abertura controlada: esa circunstancia añadía interés por el arquetipo de museo con cuatro patios.
Por otra parte, la reducción del cerramiento exterior a puro muro opaco, deja el edificio a una sequedad que los clásicos sabían aliviar con la introducción de porches que daban porosidad visual –y física- al conjunto.
El porche perimetral de la propuesta da levedad visual al edificio y, a la vez, ofrece un uso ciudadano a su alrededor. Los huecos de los patios estrangulan la entrada de luz, para conseguir el ambiente lumínico y ambiental adecuado.
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